Magdalenas con miel

El olor a magdalenas recién hechas es uno de los recuerdos más persistentes que tengo de mi infancia. Por ese motivo, hoy me he decidido por proponerles una deliciosa receta de magdalenas caseras, tan suculentas y deliciosas como de seguro todos las recordamos, y tan dulces y exquisitas como las hacía nuestra madre.
Ricas... ¡Verdaderamente ricas! Y lo mejor de todo es que sigue tratando de una receta tan clásica como la que esperábamos. El único detalle particular que se ha implementado en ésta deliciosa propuesta es un poco de miel para endulzar aún más éstas apetitosas magdalenas.
¿Las intentamos? ¡Ánimo! Apuesto que no hay nada mejor qué ésta propuesta para complementar la merienda.

130 g de mantequilla sin sal
100 g de azúcar blanca granulada
½ cucharadita de polvo de hornear
½ cucharadita de ralladura de limón
1/8 de cucharadita de sal
1 taza de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla puro
2 cucharaditas de miel
3 huevos grandes
Molde para magdalenas

Preparación:

Lo primero que debes realizar es fundir la mantequilla y mezclarla en un bowl junto con la harina, la sal, y el polvo de hornear previamente tamizado. Revuelve hasta lograr una mezcla consistente, y procura que los movimientos sean envolventes y siempre para un mismo lugar.
En un bowl aparte, o una batidora si así se lo prefiere, bate los huevos, la miel, la azúcar blanca granulada hasta lograr una mezcla uniforme. Bate por unos cinco inutos aproximadamente y añade la ralladura de limón junto con el extracto de vainilla puro.
Tamiza una pequeña cantidad de harina sobre la mezcla de huevo, y utilizando una espátula de goma grande revuelve los huevos batidos junto con el tamizado para unir los ingredientes. Luego, ya puedes cernir el resto de la harina sobre la mezcla, pero asegúrate de no mezclar en exceso para no desinflar el contenido.
Después de éstos pasos, ya estamos listos para unir ambas mezclas en un solo bowl. Revuelve por unos minutos y refrigera durante unos 30 minutos o unas cuantas horas hasta que los ingredientes se encuentren ligeramente firmes.
Luego de refrigerar, engrasa el molde para magdalenas y rellena los espacios con pequeñas porción de masa. Envía el molde a un horno moderado precalentado, y pincha a los 30 minutos para revisar cómo van nuestras ricas magdalenas.
En unos pocos minutos más estarán listas para servir y disfrutar.
Después de sacar del horno, espolvorear con azúcar impalpable y ¡listo!
Mmm.. ¡Qué ricas! ¿verdad? Apuesto que no hay nada mejor para los peques. Disfruta de una tradicional receta por las tardes y acompaña las meriendas de la mejor forma. También te recomiendo que rocíes un poco de miel a las magdalenas a la hora de comerlas, pero como más gustes. Queda a tú elección...



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